(Cartas que nunca se mandaron)
Alexander,
Mientras leía ciertas frases en los bancos perdidos sobre una de las entradas de Regent's park, una cita de Shakespeare me llamó la atención. Su simple frase me fascinó. Él definió el amor de una manera tan simple e unica, que me hizo creer nuevamente en el, por lo menos por un instante. Me senté en ese banco, por que de todos tenia la mejor frase, y además había agarrado una pequeña botella de agua y unas papas de una pequeña feria de comida que me encontre yendo al parque, nadie se percato de que yo estaba allí, así que saque beneficio del paseo, las quería comer. En el banco frente a mi, una agradable pareja, ellos tendrían alrededor de 40 años, jugueteaban y se besaban como adolescentes. No podían parar. Ellos calentaban el aire que frío se estaba poniendo, por que el sol bajaba y la noche se aproximaba a la ciudad. Disfrute del show por un rato, hasta que me dejo de gustar, y no podía cambiar de canal. Con esa imagen en mis ojos de la amigable pareja en ese estado las conclusiones me salieron rapido, como para Shakespeare "El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia". Su consuelo era exactamente ese, ese beso consolaba para empezar el frío que estaba empezando a hacer pero además su dolor, y por ahí la discusión que habían tenido minutos antes de que yo llegara para disfrutar la mejor parte.
En ese momento mi cabeza venia dando vueltas, y me es inevitable pensar: ¿Que nos consuela a nosotros?. ¿La distancia?, ¿las horas que contamos para volvernos a ver?, ¿O solo esa semana que pasamos al mes, que es tan intensa que hace que podamos sobrevivir ese otro mes sin vernos?
La distancia pesa, y tenerte en el mismo continente es más facil, pero vos estas allá en un viejo mundo, y acá lo nuevo me esta volviendo loca.
¿Por que nos tuvimos que despedir peleando, y con ese beso agridulce que me dejo con sabor amargo?
Sí vamos a tener esta especie de aventura, mejor disfrutarla. Y festejar, por que por lo menos tuvimos algo, que muchos nunca tienen. Y si no encontramos ese consuelo, que el consuelo nos encuentre a nosotros. No quiero que eso haya sido lo ultimo. Y sí no te lo dije ese día, pero te lo escupo acá, como también te adjunto todos mis miedos e inseguridades, es parte de mi paquete. Tomalo o dejalo. Así soy yo.
¿Que queres adjuntarme vos?
No voy a firmar esta carta, por que sabes quien soy. No me gusta admitirlo, pero después de este año de viajes y aventuras me conoces. Sabes que me manejo mejor de forma anonima.
p.d: Por cuestiones legales tengo que poner mi remitente en el sobre, pero lo que vale realmente es esta postal.
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Opiniones reciprocas.