miércoles, 27 de abril de 2016

Hice origamis de cronopios y famas, mientras esperaba un café que nunca llegó. Leí instrucciones de como llegar a mi cama, pero mis pies nunca responden ante tal situación. La calle empedrada mojada estaba y me resbale con aquel cordón, de aquella vereda o de tu zapato que era de color un tanto marrón, eso ya lo olvide. Retrasada yo estaba, yendo a tu cumpleaños de números desconocidos, con regalos que le hago a muy pocos conocidos.
Por la noche en mi casa sola estaba, tratando de cocinar ramen al vapor. La canción que en la radio sonaba me contaba una historia que yo ya conocía, de alguna amiga que por la vida reía. Todo se torno ya complicado y yo me olvide de llamar a mi abogado. Ahora ya deje de mirar a un costado y hago firmas en cheques rebotados.
Al fin y al cabo, uno siempre pierde la razón; así que voy a dejar de hablarte y empezar a pensar alguna otra opción que logre hacer que me mude de este monoambiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opiniones reciprocas.