Ella era una persona extremista, extremista hasta el extremo. Tan extremista que las palabras no alcanzan para explicar.
El era algo neutral, centrado en sus ideales que nadie conocía, por que el los había creado, nada de este mundo le gustaba. Nada le terminaba de convencer.
Ellos dos un día, por aquellas casualidades de la vida, se encontraron, en un espacio cerrado, donde al parecer no había escapatoria. Ella las había buscado.
El se presento, y ambos se enamoraron.
He aquí, otro de los ejemplos de que los opuestos, si se atraen.
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Opiniones reciprocas.