Cuando abrí los ojos y me di cuenta que estaba acostada en el mismo lugar que me había acostado al día anterior, volví a cerrar los ojos, y los volví a abrir.. No nada había cambiado. Parpadee varias veces, para tratar de ver si ese ventilador, viejo y de un marrón feo se cambiaba a otra cosa. Pero no funciono!.
La noche anterior, el libro que había terminado de leer, me engaño. Me había prometido que si cerraba los ojos y pedía con mucha fuerza un deseo, eso se iba a cumplir. Por alguna razón alguna, razón que solo yo sabre y nada más. Quería desaparecer e irme a vivir, a una de mis tantas vidas paralelas que en mi cabeza había creado.
Hasta esa misma noche, lo puedo jurar, mi sueño transcurrió ahí y mi ser sentía que era parte, y mi vida se había trasladado a un lugar de ensueño.
Pero al despertar lo supe, supe que tenia que seguir viviendo en ese lugar como algún tipo de castigo que alguien me concedió. Soy demasiado chica, pero se que no hay algún dios. Y ahora acostada, pensando en todo esto. No se como hacer, o a quien pedir. Para que el castigo se torne en premio y pueda vivir en esa vida que solamente yo quiero.
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