lunes, 20 de febrero de 2012

Conversaciones

B le dice a A

Mesa de un Bar de medio pelo.

A: Siempre tan callada.
b: Me considero una persona, un tanto, no interesante.

A, sonríe.

B: últimamente, pienso más de lo que digo. Mis pensamientos, no son para gritarlos.
A: Preguntarte que pensás seria inútil, ¿no?, Pero sin embargo, si no te lo pregunto, nuestra conversación acabaría acá, y todavía no tome mi café.
B: No formulaste la pregunta
A: ¿En que pensás?

El café llega, siempre en el momento más oportuno de una charla.

B: Cada ves que me voy a dormir, me duermo con mismo pensamiento, una y otra ves.

A, espera respuesta. Silencio..

B: ¿Que pasa si no llego a vivir el mañana?
A: Imagino que es una pregunta retorica.
B: Todo lo que me guarde en mi interior, no puede ser dicho. Todo lo que quiero expresar no puede ser expresado.
A: Encontrar el momento adecuado para decir ciertas cosas, puede ser complicado.

B, mira a la ventana. Quiere salirse de la conversación..

B: Empezó a llover.
A: Vos me citaste, por que me querés decir algo.

B, mira directamente a A.

B: Es difícil expresarlo, pero encontrar aquella persona que te empuje a ser quien querés ser, no es fácil. Algunos simplemente, prefieren evitar ese papel.
En cambio, ciertas personas llegan un día, inesperadamente, te dicen ciertas cosas, y les empezás a creer, las empezás a escuchar, y las empezás a admirar. y de un día para el otro se convierten en tu maestro en tu mentor.
Esas personas, se imaginan que están tomando esa posición, pero no lo saben con seguridad, por que el otro nunca reacciona y no le hace saber a esa persona, que estas sumamente agradecida por todo lo que estas haciendo.
Así que simplemente, vengo a decirte: Gracias, mentora.

A, sonríe. B se animo y lo dijo.

2 comentarios:

Opiniones reciprocas.