Nunca lo conté, pero el día en el cual Maru se subió a un DoubleDecker, ella lo vio todo desde una perspectiva diferente. Las casas ya no eran tan altas, los autos parecían de juguete, el río no se movía, y las nubes pasaban y casi saludaban más que las personas que caminaban sin parar, perdiéndose en el paraíso que tenían al alcance de su mano. Ella lo veía todo desde una pequeña ventana en el piso de arriba.
Se sentó alado de un Francés, y Maru le dijo en Inglés algo que él no entendió, pero igualmente sonrió y eso a Maru le basto, para seguir su camino con más razón.
Se puso a pensar, en todas las cosas por las cuales ella había pasado, no se podía quejar, viendo a la gente pasar se dio cuenta de que ella estaba en el lugar que siempre quiso estar.
Ella era siempre igual, caminaba viendo hacia abajo y no hacia arriba, se perdía de esas pequeñas cosas que a uno la vida le da., ella no los conocía , y solo se aferraba a las cosas malas que le pasaban. Esas cosas que manchan tu papel, y la solución es hacerlo un bollito y tirarlo, no dejarlo ahí, y recordarlo.
Una perspectiva distinta de la vida, quiso conocer, entonces agarro su mochila, y a Europa ella se fue.
Maru llegó a la parada, pero no quería bajarse, algo en ese viaje, la hizo cambiar, su vida no era tan mala, ¿por que se quejaba?. La gente la miraba y Maru hablaba, sin más pensar, repetía sin cesar : " Que linda que es la vida en este lugar" .
Ese lugar, es el plantea tierra.
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