Ah, los casamientos. ¿Hay algo mejor que esto?.
Te dan una comida espectacular, uno postre aún mejor. Te juntas con tu familia, que hace mucho no ves. Te reunís, tomas hasta que tu sistema te dice basta. Claro el alcohol es gratis. Bailas, la típica música pero bueno, no pretendo bailarte un rock alternativo, pero cruzo los dedos que pasen sissors sisters. Después, llega la mejor parte, la mesa de tortas. Ese momento en el cual esta esperando toda la noche para probar un pedazo de cada una de esas tortas, que están ahí cuasi, suplicándote, para que les des un mordisco. Y yo no me voy a negar. Y no las engordas, por que las terminas bajando bailando, te quedan 3 horas mas de baile.
En fin, hace no se cuanto estaba esperando este día. El último recuerdo de un casamiento, fue en el 2004, cuando mi prima aka Madrina, me invito después de las 12. Y en venganza le hice un desastre. La pase tan bien, y espero esta vuelta pasarla igual de bien, ahora que tengo un par de años mas.
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